martes, septiembre 5

Por favor

Primero es la ropa de marca, en la ropa exterior e interior, aunque nunca antes en su vida la hayan llevado, pero ahora que sea bien visible, para intentar apropiarse del glamour que, según las revistas y el tomate, inspira Channel, Versace o CristoEsDios*, no Zara, que Zara es popular, cualquier marca de esas que logran hacerte pensar que vas a atraer hacia ti sin esfuerzo lo que no eres capaz de conseguir por tí misma, previo pago claro, y sin darse cuenta que no hacen más que acentúar la falta de estilo propio. " Viste vulgar y sólo verán la ropa, viste elegante y sólo verán la mujer" . Coco.

Así, bien guapitas y puestas, llegan los tratamientos de belleza, siatsu, taichi, yoga, spas, fujitsu...., ' ya ves, sé cuidarme, culto al cuerpo, mira lo que te estás perdiendo', las filosofías acerca de la simplicidad de la vida, Paulo Coelho, ellas, que se mueren por tener una vida cada vez más complicada, más standard...

A continuación estalla la fiebre del oro, joyas, de todo tipo, las que se ponen de moda, para cualquier parte del cuerpo que sea susceptible de lucir una, para que se sepa que las pueden pagar, que saben vivir bien, que todo está en exceso en su vida, suelen llevarlas todas a la vez, si hacen falta 1245 agujeros en las orejas se los hacen para así, de paso, parecer más jóvenes, atrapadas en el tiempo...

Pero, evidentemente, nadie de ese entorno tan mediocre que tienen sabe apreciar el estilo de su ropa, el buen olor de su cuerpo, la inmensa cultura y paz de espíritu alcanzados, ni distingue si su catálogo ambulante es de priedras preciosas o de río, así que habrá que buscar a quién sí se dé cuenta, donde sea, habrá que viajar, a cualquier país, a muchos países, de nombres impronunciables y 18 transbordos de avión mínimo, lo moderno es conocer mundo, da un aire de resolución y soltura admirable, de mujer independiente, aunque la realidad diga que no hacen pis si no está en el programa, pero mira, son capaces de aguantar el pis en la república más perdida de asia mientras otras lo sueltan en el mediterráneo, a la altura de Salou.

Llevo desde niña observando esto con terror en muchas solteras, -y yo soy soltera de nacimiento y estadísticamente impar-, rezo lo que sé a mis dioses internacionales para que al primero de estos síntomas que mis amigos me detecten, se atrevan a decírmelo.Por favor.

* Cristian Dior

2 comentarios:

Cuquina dijo...

qué mal, qué mal!! hago deporte, me preocupa ir siempre conjuntada y monísima de la muerte (otra cosa es que lo consiga), leo a Paulo Coelho, llevo tantas pulseras que ya sólo me falta el espumillón para parecer un árbol de Navidad... Dior mío!!! en qué me estoy convirtiendo?!!!

menos mal que aun con todo eso... me sigues apreciendo ;p

besos pseudoetílicos!!

Anónimo dijo...

Tranquila cuqui, que aún te falta recorrerte el mundo y contarlo( sobre todo)

¿apreciando? ;)