Generalmente - este generalmente peca de optimista- mis días de esta última vida, se dividen entre buenos y mejores.
Los buenos son los rutinarios, los 'normales' ( cómo estoy empezando a odiar esa palabra, creo que la voy a desterrar de mi lenguaje).Los mejores son el resto.
Como ayer, por ejemplo.
Ayer, que madrugué mucho habiendo dormido poco ( ay, Arriera, tu conversación no fue la última de la noche), que mi hombro se resintió bastante de la 'inhabilitación' a la que está siendo sometido, que trabajé la media jornada habitual ( media jornada= doce horas ) y en el que mi sobrina-sello no se despegó de mí ni un minuto.
Pero...
recibí un regalo sorpresa de no-cumpleaños en el que lo que más me gusta no es el regalo en sí -que es perfecto- sino la conexión entre verlo y pensar en mí,
y
encontré un mini mail en mi bandeja de entrada cuya última línea es de lo más sentido, sincero y bonito que me han dicho nunca.
Gracias por mejorar mis días, homónimas.
(Editado para: me he dado cuenta que he puesto a mi sobrina entre las cargas del día, sólo lo es desde el sentido de cansancio físico que me provoca. Por lo demás, ella, junto con el resto, es una de las buenas cosas que me pasan todos los días)
( nota: a las que me pidieron el texto, un poco de paciencia que no he terminado de copiarlo aún, pero llegar, llegará)
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4 comentarios:
Holas...eso de los regalos conexión...son los mejores, recibirlos y conexionarlos con la persona que quieres. Suerte que tienes.
Mi mail: maduca82@hotmail.com
Un besín
Ey, yo quiero un poco de ese optimismo. Y ya que me pongo, también te pido las comas francesas de ese dios:)
Felices mejores días!
Besoss
Mejórate, y cuídate ese hombre, que tienes que seguir dando guerra por aquí. Saludos a tu sobrina, que seguro que es un encanto.
mis días han sido, desde siempre, anormales....(suelo hacer cosas q la gente "normal" no haría...)
kss
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