jueves, noviembre 30

Cuidado

Los días pasan y tú estás bien, muy bien. Todo marcha según lo previsto, tu vida se ensancha, entra gente, entran gustos, eres requerida, solicitada, preguntada, quieres y te quieren, así, en general, y también en particular.

Caes bien, tía. Gente que jamás ha hablado contigo te quiere conocer.
Eres una fuerza motriz. Te comunicas.
Tienes buen ojo, das en el clavo, eres tenida en cuenta.
Esperan de ti lo que eres capaz de dar. Porque darte, te das.
Incluso te das el lujo de rechazar.

Sabes muy bien quién eres.

Cuidado.

Cuidado, te digo.

Lo que no sabes es quién no eres.

Porque, de repente, en una de esas noches de ideas a deshora, decides hacer algo que no habías hecho antes, te apuntas, más por curiosidad que por interés, a un curso que nada tiene que ver contigo ni con tu vida pasada, no sé si con la futura.
Tu a priori es erróneo así que el inevitable a posteriori te cerca sin escapatoria.

Tu buen ojo sufre ceguera, tu motor renquea. Es un mundo e x t r a o r d i n a r i o pero no es el tuyo. No tienes ni puta idea de moverte en él, no conoces su lenguaje, su gente es distinta a ti, no aportas nada, eres la última de la clase.
Ni estás a la altura, querida, ni lo estarás.
El ataque de realidad es brutal. Las ganas de correr, de batir records.

Un 'no eres' bien hermoso.

Un 'no eres' que ya se extiende en todas las direcciones, la mancha de aceite anegando la seguridad, la convicción, la capacidad... Un 'no eres' que rechaza cualquier regalo bienintencionado a tus oídos. Un 'no eres' que busca a otros iguales porque no puede estar solo. Qué...angustia, no, es mucho. Qué...desazón, no, tampoco. Qué...dolor, no seas dramas. Qué...revelación, -por fin-.

La desilusión aún te deja pensar un poco. Admites tu miedo, reconoces lo que te pasa, hablas en voz alta de esto, la comunicación es el azúcar que más energía da. Aprendes (más) sobre tu fragilidad y decides.
Decides que no lo dejas, decides aprovechar la oportunidad, decides quedarte en lo que no controlas, a la deriva...eliges la vida. Es entonces cuando el resultado te deja de importar y transformas así una actividad en Acción o, mucho más, en punto de inflexión
.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuánta razón llevas. De bruces con la realidad, un "no eres" dicho a ti misma bien grande, no dolor si revelación, aceptar la deriva como rumbo cierto, comunicarse para entenderse, pasar de los resultados, acción e inflexión.

Me estabas mirando por un agujerito?? jajajaja me siento muy identificada. Muy buen texto!!

Besos, guapa!!

LinceMiope dijo...

Pues a mí los "no eres" me persiguen, será que estoy demasiado acostumbrada a perder (que no a rendirme, que conste).
Tengo un trastorno asociativo con ese término y cada vez que leo Punto de Inflexión en mi cabeza aparece el monolito de "2001:Una Odisea Espacial".
Feliz aprendizaje.

Anónimo dijo...

Muy bueno. ¿Puedo preguntar por el curso?. Un saludo.

Anónimo dijo...

ya me contarás de q es el curso, q hace time q no hablamos (estoy desquiciada con el curro y alrededores...).

kss

Anónimo dijo...

Pues ole por ti valiente!.

Anónimo dijo...

Y de qué actividad/curso se trata??? Me has dejado con la curiosidad....

Maine dijo...

Aplaudo tus palabras. No existe nada peor que tener la sensación de no pertenecer a nada en concreto, de no formar parte de nada, y de que sólo un misericordioso golpe de suerte (y no la acción)es lo que quizá nos ayude a encontrar nuestro lugar.

tartarugueta dijo...

moverte siempre bajo la seguridad es aburrido, no?? los retos son importantes. suerte ;)

Anónimo dijo...

Esto... el punto de inflexión conlleva la inactividad blogueril o es que los vaivenes de lo desconocido te tienen muy ocupá?

Anónimo dijo...

joder!!!!!! Pues a eso se le llama ser valiente.

Anónimo dijo...

Se te echa de menos Bon Soirée... ¿por dónde andas?

Besos!!

dintel dijo...

Ya lo he leído. Me ha gustado. Por cierto, me ha costado encontrar tu blog. Ahora ya te tengo fichada.