lunes, julio 30

(de ellos)

El (de ellos).- ¿ dónde andas?

Yo (de mí, je).- He cenado con unos amigos y estoy tomando una copa en un bar, después me voy a casa.

El.- Vamos contigo a tomar una, ¿ en qué bar?

( El bar en la otra punta de donde nos vemos habitualmente, estoy salvada, me digo)

Yo.- En un sitio de nombre tal, en tal calle, pero no merece la pena que vengáis , están cerrando y ya nos echan

El.- Cojonudo, tenemos el coche aparcado por allí

( Puta casualidad)

Ella (de ellos).- Espéranos que vamos

Y vinieron. Y yo me pregunto para qué vinieron.
No vieron mi intento de disuasión, es la última vez que soy tan suave.
Para qué vinieron. Para nada. Na-da.

Me raptaron de una conversación bien interesante y divertida, no hicieron nada por integrarse en ella y sólo me hablaron de pijadas inconexas y nada graciosas, que no es que yo me pase el día hablando de las profundidades del mar, que gasto bromas y soy frívola muchos-muchos- ratos de mis días, pero entre col y col, dejo caer un "cómo estás", un "te gusta...", un "quieres"... no le tengo aversión a las preguntas directas, ni a que me las hagan, por supuesto, a eso menos.

A no ser que quisieran que yo fuera testigo -otra vez- de su incapacidad (la de él) para relacionarse con gente nueva, de sus esfuerzos (los de ella) para reparar las cagadas verbales (de él), el acohol es traicionero pero, sobre todo, es revelador, del intento (de ella) de maquillar una situación de incomunicación brutal....

Odio presenciar todo eso, esa posición intermedia entre dos voluntades, porque mira, a ver si os enteráis, podéis vivir vuestra vida como os dé la gana, pero no esperéis de mí que actúe como si fuera ciega, bastante hago con quedarme muda, aunque de todas formas, igual daría, sois sordos perdidos.

Y, aunque no me lo preguntéis, ni lo veáis , ni lo queráis saber, yo (de mí) estoy bien.

1 comentario:

Blau dijo...

vaya encuentro con tu blog...me ha gustado.