miércoles, septiembre 26

Los miércoles miento

Donde viven mis padres montan un mercadillo todos los miércoles y hay un frutero que cada vez que me ve pasar me regala alguna pieza de fruta, la que él considera que es la joya del día, a veces no sé ni qué es lo que me está dando. Yo intento pasar sin que me vea, dar un poco más de rodeo, evitar el regalo, pero nada, siempre me caza.

" Toma, verás qué buena está" y yo, con sonrisa culpable, " no, me la guardo para después de comer" y él "qué tal la del otro día" y yo "buena de verdad".

En tan mala hora accedí al ritual de cumplidos la primera vez. Porque yo no como fruta, ni una sola, en toda mi vida, desde que dejé de ser un bebé.

Regalo el regalo en cuanto me lo da, miento en cuanto lo recibo, de esto hace ya muchos meses de miércoles en miércoles.

Ahora no sé cómo hacer para que sepa, para que sepa por mí, porque cada vez habla más con mi madre y eso es jugar con fuego.
Ahora no sé cómo evitar un enfado retroactivo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ni se te ocurra sacar al hombre de su error. ¡¡¡ni se te ocurra!!!!!

Anónimo dijo...

Por Dior!! qué orgía de luz y color!! Dos post en dos días!!

una vez más, ya me tienes llorando emocionada. Ains... si es que tengo la sensibilidad a flor de piel!! :P